Por: Michell García
En México, cada vez hay más madres solteras, jefas de familia que luchan día a día para darle una mejor vida a sus hijos, estudio, alimentación digna y así lograr retirar el tabú en la sociedad de que se necesita de un hombre para poder sacar adelante una familia.
Según el estadísticas del 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 3 de cada 10 mujeres son jefas del hogar y el 44.6% son separadas.
Taide Martínez, quien actualmente tiene 40 años de edad, ha sido madre soltera desde que tuvo a su primer hija a los 20 años, ahora tiene 3 hijos y un trabajo como enfermera particular.
“Mi primer trabajo fue en una fábrica de calcomanías llamada GranMark, ahí me di cuenta por parte de mis compañeros que los hombres ganaban un poquito más que porque cargaban y manejaban maquinaria, no fue un impedimento para mí el luchar por ese puesto y lo conseguí, ganaba un poco más pero no lo mismo que los compañeros hombres aunque hacíamos lo mismo”, comentó Taide.
Pese a que no concluyó una carrera universitaria, a la edad de 20 años decidió tomar algunos cursos sobre educación y enfermería, con los que poco a poco demostró ser un ejemplo a seguir para sus hijos y así evitar que sufrieran lo mismo que ella.
“Conforme yo iba luchando día a día yo quería que mis hijos aprendieran a no tener límites, porque yo decía que si ellos no veían que le estoy echando ganas pues qué les voy ofrecer en un futuro, yo quiero que mis hijos aspiren a más”.
A pesar de ser víctima de comentarios como “la mujer está para permanecer en la casa atendiendo a los hijos y al marido”, no le importó, decidió estudiar sin dejar aún lado dicha responsabilidad de ama de casa.
“Cuando yo decido que el estar encerrada en una casa no era lo mío porque yo quería sobresalir, demostrar que yo podía ser algo más, me pongo a estudiar al mismo tiempo trabajé, atendía a mis hijos, mi casa y a mi aquel entonces marido, para mí no había impedimentos cuando se trataba de demostrar que yo puedo” comentó.
Obtuvo trabajos como limpieza del hogar, hacerse cargo de un gimnasio,
así como de un negocio de fajas, hasta llegar a sus fuertes que son la enfermería y la educación.
Al concluir sus estudios, obtiene una oferta de trabajo en un colegio; sin pensarlo aceptó, es ahí cuando ve la oportunidad de demostrarle a quienes no la apoyaron que era capaz de aspirar a más.
Luego de ser educadora durante 5 años, pasó a ejercer la enfermería, en la cual tiene 3 años desempeñándose como enfermera particular, actualmente trabaja en un asilo llamado “San Cesareo” siendo la mano derecha del doctor.
Por fortuna Taide menciona que actualmente cuenta con una estabilidad económica mejor que la de hace unos años y que gracias a eso ha logrado mantener a su familia, pero lo mas importante es que logró todos sus objetivos y día a día enseña a sus hijos a no ser conformistas.

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