Simetría

Por: Ana Guerrero

Ser gay o no serlo. Esa es la cuestión en muchos lugares de México, donde las personas homosexuales no están aceptadas socialmente y, en muchos casos, tampoco por sus familias.

Cada vez son más personas que sufren por insultos, discriminación, palabras ofensivas o hasta rechazo de su propia familia.

 Al 20% de las personas de la comunidad LGBT se les preguntó sobre su condición sexual durante una entrevista de trabajo y un 14% fueron rechazadas para el empleo por su orientación o identidad sexual, según la primera encuesta nacional sobre homofobia y el mundo laboral en México, realizada por el sitio web Enehache, la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Una pareja gay que va de la mano por la calle puede sentir las miradas penetrantes de las personas que les rodean. No son insultados, ni amenazados físicamente, pero notan que están siendo observados. Dependiendo de la ciudad mexicana en la que se encuentren, la situación puede quedarse en un momento incómodo, o ir a más.

Sin embargo, todo eso puede llegar a más, y puede terminar siendo una tragedia para todos, ya que para las personas homosexuales no es fácil aceptar que vivir con ese tipo de insultos, de personas que tal vez nunca puedan cambiar.