Por: Kevin García

Desde hace más de 40 años, el whacking ha sido un medio de la danza en donde se practica la inclusión al cien por ciento y de una duna manera muy divertida; bailando.
Prestige Dance Company, academia de danza al poniente de Monterrey brindó la oportunidad a toda la comunidad dancistica de la zona de poder disfrutar de este género el pasado martes alrededor de las 11 horas del día.
Andrea Castillo, maestra y profesional de dicha técnica fue quien impartió la clase y quien compartió cada una de sus experiencias como exponente del Whacking, explicando que este género callejero es muy conocido por su origen, el cual dio inicio con la comunidad gay alrededor de los años 70 en Los Ángeles, California.
Fue alrededor de las 11:05 horas cuando la clase dio inicio con más de 20 alumnos que escuchaban y ponían en práctica cada una de las cosas que Andrea Castillo les compartía.
Dentro de la sala se sentía una energía y una vibra totalmente positiva, la cual sin duda alguna era muy similar a la de hace 40 años, en donde bailar y compartir para liberarse era el primordial objetivo.
Entre calentamiento y ejercicios básicos del Whacking, fue como Andrea Castillo dio seguimiento con la clase. Alrededor de las 11:30 horas la maestra comenzó a montar una coreografía en donde todo el alumnado participaría y podía compartir con gran libertad.
Funkytown de Lipps Inc resonaba en toda la sala y hacía vibrar a cada uno de los que se encontraban en ese lugar. Fue alrededor de las 12:25 horas cuando comenzó a hacer grupos pequeños para que todos los bailarines tuvieran oportunidad de bailar con más comodidad y pudieran compartir su pasión.
Gritos y aplausos abarcaban todo el salón y donde la energía de todos está sobre el cien por ciento. El calor no impidió que esa mañana fuera única y amena.
Alrededor de las 12:30 horas, la maestra Andrea Castillo agradeció y regaló unas palabras de motivación a cada uno de los alumnos y recordó el gran motivo por el cual bailaba Whacking, la inclusión.
Esta técnica fomenta la integración entre todos los bailarines, sin importar género, raza, orientación, etc; su principal motivo es liberarse y compartir.
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