Simetría

La desigualdad en la mujer tiene muchas caras, desde lo laboral hasta lo psicológico, pero existe una que esta camuflada en las repisas de los super mercados, el Pink Tax o impuesto rosa, este aumenta el precio de la mayoría de los productos por el simple hecho de ser dirigido asía una mujer.

Si una familia desea tener o tiene una hija, tiene que pagar el 4 % mas en ropa infantil que si tuviera un varón, además del 7 % en el cuidado personal, juguetes o calzado, y no es porque sea mejor calidad o cueste más hacerlo, ya que existen los mismos juguetes para niños y niñas que aumentan su precio por el hecho de tener el color rosa.

Eso si se habla de la etapa infantil, ya en la vida adulta, la ropa como sacos, pantalones de vestir o trajes de baño, aunque sean de la misma marca o tela, el precio se dispara hasta en un 30% en su versión femenina.

Donde es más notoria esta injusticia de genero es el cuidado personal, desde las máquinas de afeitar, los desodorantes y las cremas faciales existe un incremento en su precio de un 29 % aplicando también en los lentes de sol y sombreros.

Esto sin contar los productos solo para mujeres, como las toallas sanitarias, tampones, pastillas para los cólicos y la ropa materna, qué al no tener su contraparte masculina, las empresas puedes disparatar sus precios.

Dentro de nuestro país aún no existe alguien que regule esto, lo más cercano es la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor), que aún no implementan algo para estas acciones.

La manera más sencilla de contrarrestarlo es utilizar los productos masculinos, ya que, en los rastrillos, maquinas de afeitar cremas corporales y juguetes, tienen la misma utilidad, pero existen otros que es imposible hacer algo al respecto, en ese caso, se debe hacer visible tu molestia con las autoridades de la empresa.