Por: Michell García
Día tras día, somos testigos como en todos lados se habla de la pobreza en las familias, inseguridades, narcotráfico, para lo cual, en éste último suelen ser muy explícitos porque son «mente abierta», que ironía, ¿no?, mente abierta para la violencia pero no para el amor, para la igualdad.
Lamentablemente aún existe esa barrera, una barrera que no se ha roto por completo y sigue existiendo con comentarios como “no discrimino, pero…”, “no juzgo ni me importa, pero…”, y tal vez algunos hechos o comentarios no son tan visibles, tales como al poner tantos obstáculos al registrar a tus hijos siendo una pareja del mismo sexo.
Imagina que tienes un hijo, próximo a entrar a preescolar, con entusiasmo buscas escuelas, la mejor opción para la educación del pequeño, al entregar la papelería, le niegan el acceso a la educación solo porque tiene dos mamás o dos papás.
Nuevo León parece que va en retroceso con las iniciativas que se han estado presentando respecto a la comunidad LGBT+, sin embargo, según Jennifer Aguayo, coordinadora de Movimiento por la Igualdad en Nuevo León, en el 2014 con Rodrigo Medina en mandato se logró registrar al primer menor. Se llevó a cabo una gestión para que se pudiera registrar al primer niño con el apellido de las dos mamás a raíz de una emergencia que tuvo el bebé al nacer.
Aunque al principio de su gabinete, Jaime Rodríguez Calderón se negó a hacer el trámite, cuando se presentó otro caso en el 2015 se logró hacer acompañamientos y dar a conocer que es por tendencia natural que esto ocurriría puesto que ya se estaban aprobando los matrimonios igualitarios en distintos estados de México.
Una locura total, que a pesar de ser positivo el resultado sigue existiendo una discriminación, sí, como se puede leer, discriminación positiva la cual trata de favorecer a un grupo minoritario como objetivo de buscar el equilibrio tanto en derechos, oportunidad, entre otras cosas y llevar un equilibrio en sus condiciones de vida al igual que el resto de ciudadanos.
Cuando México va corriendo, Nuevo León va gateando, pero logrando ser inclusivos, hace tiempo el formato de las actas de nacimiento, en el sexenio de Peña Nieto, cambió. Eliminó sexismos en “datos del padre y madre”, ahora es genérico y lleva por nombre “datos de filiación”, lamentablemente en Nuevo León se actualizó apenas en el 2019.
Con tantos pros y contras, aunque el Código de Nuevo León no esté preparado para dar pasos tan grandes en estos temas, más de 200 niños han sido registrados en el estado con apellidos de sus mamás, con trámites pesados y comprobantes ante departamento jurídico pero se ha logrado y de la mano la adopción gay también es posible, ya que el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) otorga niños adoptados con la figura de familia por acogida quiere decir que lo tienen en supervisión, adopción parcial.
Ésta es la realidad de muchas familias homoparentales, que más allá de enfrentarse a la discriminación, se han estado enfrentando a algo con un trasfondo desde hace algunos años, una serie de secuelas que el gobierno ha presentado tanto buenas como negativas, que poco a poco va creciendo el apoyo y se logrará una verdadera igualdad sustantiva.
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