Si no se traen al presente las del pasado serán olvidadas para siempre.
Por: Fernanda Frías

Durante la batalla de Monterrey en 1846, Chepita Zozaya decidió jugarse la vida para abastecer de municiones a los soldados del ejército mexicano, sin embargo, poco más de esto se sabe sobre esta mujer norestense o las miles de mujeres neoleonesas que han tenido gran aportación a la riqueza patrimonial, cultural y social para el estado.
Con el fin de visibilizar las aportaciones de las mujeres a lo largo de la historia del estado, se llevó a cabo la conferencia “Mujeres en la historia de Nuevo León” por la maestra Coral Aguirre, en Instituto Estatal de la Mujer, durante el marco del Día del Patrimonio de Nuevo León y el Día Internacional de la Mujer.
Ercilia García, Martha Nualart, Elvira Reina Castillo fueron algunas de las periodistas mencionadas, las cuales nulo o poco reconocimiento se les ha otorgado a pesar de su notable aporte cultural.
Uno de los casos más indignantes es el de Julia Nava de Ruisánchez, fundadora del trabajo social en el país, quién fuera aprehendida después de redactar un manifiesto contra el presidente Huerta y no hay más que un jardín de niños en su nombre.
Andrea Villareal y Teresa Villareal de Lampazos de Naranjo, mujeres preparadas que sufrieron del exilio al manifestarse contra la dictadura opresora y propiciaron un desarrollo cultural entre los jóvenes, murieron en pobreza extrema y olvidadas, no como a los hombres de su época que fueron aplaudidos tras padecer las mismas o menos opresiones.
Carmen Alardin, Minerva Villareal, Minerva Reinosa, Sara Aguilar Verden, Agustina Baun, María Benavides, Griselda Ruíz, María Luisa Garza, Irma Sabina Sepúlveda, Isabel Leal, Paulina Tamez, fueron algunas de las mujeres junto con las miles de mujeres indígenas que son ignoradas y poco sabemos de ellas, que si fueron mencionadas esta vez como parte del patrimonio de Nuevo León.
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