Como parte del ciclo de conferencias organizadas por la Facultad de Ciencias de la Comunicación para visibilizar la violencia ejercida contra las mujeres, la Consejera Electoral Rocío Rosiles, compartió a la comunidad estudiantil datos sobre la disparidad político-electoral que existe en la entidad.

Por: Patricia Escobar
En una realidad donde sólo seis mujeres han sido candidatas por la presidencia de México y ninguna ha llegado a ocupar el cargo, la Consejera de la Comisión Estatal Electoral, Rocío Rosales Mejía, entabló una ponencia en la cual expuso la discriminación política que aun existe en el país.
En la conferencia “Violencia Política Contra las Mujeres en Nuevo León”, la servidora pública evidenció mediante datos duros, conceptos y estadísticas, la falta de paridad de género en el ámbito de la diplomacia en México y en la entidad.
En su primera intervención, Rosiles puntualizó que los 16 días de activismo por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer son a raíz de la muerte de tres hermanas, quienes eran activistas políticas y fueron asesinadas a manos de fuerzas militares en República Dominicana.
Antes de abordar de lleno el tema competente a su participación, explicó algunos conceptos como el principio de igualdad y no discriminación incluidos en los artículos primero y cuarto Consitucional, en los que supuestamente se debe garantizar la pariticipación de la mujer en la política.
Mencionó que no toda distinción es discriminación cuando se basa en argumentos objetivos, pero que que la exclusión histórica de las féminas en el ámbito político se ha situado en situaciones subjetivas como los esterotipos o los roles de género.
“Hay una enorme desigualdad en materia política que afecta a las mujeres con respecto a los hombres, especialmente cuando las primeras deciden aspirar a un cargo de elección popular”, agregó.
La violencia política contra las mujeres se define según sus palabras, como toda acción u omisión, incluida la tolerancia basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada que tenga por objeto menoscabar el ejercicio de los derechos político- electorales de una o varias mujeres.
Las estadísticas visibilizan la gran disparidad que sigue existiendo en un país decomrático, ya que en 41 años sólo 9 mujeres han encabezado una gubernatura, y en Nuevo León sólo 10 municipios de 51, son dirigidos por una mujer.
“La paridad de género sólo se ha materializado en el poder Legislativo y en Ayuntamientos. “Mientras más mujeres participan más se violentan”, argumentó Rosiles.
Dentro de esta brecha de discriminación, han existido casos como el de Felicitas Muñuiz Gómez, ex alcaldesa de Cuilapan, Guerrero, la cual sufrió diversos actos de violencia en su contra, ya que la gente decía que no quería ser gobernada “por una vieja”, no se le permitió tomar protesta y fue viuctima de amenazas e insultos.

Finalmente la también presidenta del Observatorio de Participación Política de las Mujeres, dijo que no es exagerado ni infundado afirmar que la existencia de las mujeres se ha desenvuelto en una cultura patriarcal que pone como epicentro los privilegios y las necesidades del hombre.
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