Una mujer emprendedora comprometida con la ciudad

Ana María Peñuñuri García, originaria de Ciudad Obregón Sonora, egresada de la Universidad de Monterrey UDEM de la carrera Ingeniería en Innovación Sustentable, a sus 23 años es co- fundadora de Pollumesh una empresa comprometida con el medio ambiente. 

En entrevista Ana María habló de su compromiso con la ciudad, con el medio ambiente y de cómo se ha logrado consolidar su empresa Pollumesh. 

“Desde siempre he estado relacionada con temas de medio ambiente y desarrollo sustentable, ahora que me dedico totalmente a ello, me doy cuenta el nivel de importancia que tienen no solo en mi vida, si no en la de todos los demás, todos deberíamos ser conscientes de estos temas”. 

Pollumesh nació en 2019 como un proyecto académico de tres estudiantes destacadas de la Universidad de Monterrey UDEM: Fernanda Leal, Ana Celia Álvarez y Ana María Peñuñuri García, pero fue hasta el 2020 que logró constituirse legalmente como una empresa mexicana que brinda soluciones a otras empresas y usuarios para reducir la contaminación del aire.

“Monterrey es una ciudad reconocida por tener los mayores índices en contaminación del aire y por ser la segunda ciudad con mayor contaminación visual, por esta razón buscamos crear de algo negativo como lo es la contaminación visual algo positivo para el aire que respiramos”- dijo Peñuñiri. 

 El 14 de noviembre de 2019, Ana María junto a las co-fundadoras de Pollumesh, lanzaron el primer panorámico que limpia la contaminación del aire de Monterrey, ya que esta recubierto con un químico que se activa con la luz solar y que atrae las partículas contaminantes del aire, para después neutralizarlas y desintegrarlas, un proceso llamado fotocatálisis, que hace el nivel de contaminación disminuya. 

Este recubrimiento comenzó aplicándose en panorámicos debido a la ubicación estratégica en la que estos se encuentran, ya que la mayoría están en avenidas muy transitadas y concurridas, actualmente se aplica en diferentes y variadas superficies. 

“Sí lo considero mi mayor logro, durante un año estuvimos trabajando, pero todo fue con ayuda de mis compañeras, cada una aportó conocimiento, herramientas y todo aquello que pudiera ser útil, además trabajamos de la mano con el profesor y artista holandés Daan Roosegaarde, así fue como realizamos el prototipo y buscamos mitigar estas problemáticas”- afirmó. 

Dentro de la entrevista Ana María también mencionó que su motivación surgió al ser consciente de la preocupante situación que se vive en Monterrey en relación con la contaminación del aire. Fue el compromiso y deber como ciudadana el que la hizo sumarse al proyecto y llevar a cabo acciones que ayudaran a mejorar su entorno. 

“Creo, las palabras que me definen y definen mi labor es dedicación, es empatía, es transparencia y sobre todo amor por lo que hago, amor por el planeta tierra, por eso estoy comprometida conmigo y con lo que hago”. 

La joven emprendedora, además, hablo de uno de los retos y obstáculos que tuvo que enfrentar junto a su equipo de trabajo: la distinción a raiz del género en la vida profesional. 

“En la universidad siempre recibimos el apoyo necesario, pero cuando decidimos emprender el negocio si vivimos una experiencia en la que recibimos un trato desigual, por parte de un comprador que se mostró dudoso de nuestra capacidad y autoridad, así que exigimos un trato justo”. 

Este tipo de situaciones han orillado a Ana María y al equipo, a mantenerse firmes y a convertirse en personas más seguras, a empoderarse como mujeres y a no necesitar de la validación de nadie más, especialmente de alguien de género masculino. 

Actualmente Pollumesh, es un negocio con múltiples clientes, Ana ya tiene nuevos proyectos en puerta, se prepara para participar en el concurso internacional Hult Prize 2020.  

“Si, la verdad es que estamos bastante emocionadas, hablo por mí y mis compañeras, nos estamos preparando mucho para este concurso internacional, en donde podemos ganar 1 millón de dólares, claro, para hacer crecer aún más la empresa y crear un impacto positivo más grande”. 

Sin duda, para Ana María el emprender le a ayudado a crecer en distintos aspectos, tanto en adquirir conocimiento, entender la base de los negocios, como en el ámbito personal, a incrementar su seguridad, la confianza en sí misma y a estar aún más orgullosa del emprendimiento femenino. 

 Daniela Garza García.

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