Simetría

Por: Wendy Isabel Leal González.

El voto es un derecho fundamental, es el que decide quien gobierna en nuestro país, estado y localidad, sin embargo, en la historia ha habido una lucha en la que se cuestiona el voto de la mujer y si en realidad vale o no vale.

Cabe mencionar, que en el año de 1953 se concedió por primera vez el voto femenino en nuestro país, esto después de una larga lucha, las mujeres se ganaron el derecho de votar y a ser candidatas en elecciones.

Los y las mayores de edad, que incluye jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, tienen derecho a votar, ya sean hombres o mujeres ya que para la ciudadanía es importante tener un gobierno bueno y responsable. 

Sabemos que el voto puede emitirse de manera secreta, reservándonos nuestras motivaciones, o puede hacerse públicamente, al expresar las razones por las cuales hemos optado por una u otra alternativa.

En el ámbito político, se espera que las mujeres tengan mayor poder en los partidos políticos y a que tomen decisiones más compartidas en cuestiones donde se conecte con toda la ciudadanía, para eso, la paridad de candidaturas ayudará a eliminar la exclusión de las mujeres en la toma de decisiones. 

Con el paso del tiempo se han creado diversas instituciones para brindar apoyo a las mujeres, como lo es el Instituto Nacional de las Mujeres, área prioritaria para toma de decisiones. 

La participación femenina en la vida política del país ha contribuido a la consolidación de la democracia; su presencia en ámbitos de toma de decisiones, tanto públicos como privados, es condicionante del mejoramiento de los niveles de vida sociales y económicos, y en el proceso general del desarrollo de las a favor de la igualdad y la equidad de género.

Fue así como la mujer, después de una ardua lucha, obtuvo el derecho a votar y ser considerada como ciudadana. Hay que destacar que México fue el último país de Latinoamérica en consolidar este derecho. 

El sufragio femenino significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política. A partir de entonces mujeres han continuado la lucha de las por sus derechos a participar en la toma de decisiones del país. En la actualidad, la presencia de la mujer en cargos de elección popular es una realidad incuestionable y firme en la cultura política de nuestro país.