Desaparición de Estancias Infantiles: abuso en derechos humanos
Por: Julieta Guevara
La cancelación del programa de estancias infantiles en 2018 y su sustitución con el programa de apoyo para el bienestar de las niñas y niños publicado en 2019, violan los derechos humanos, pero ¿por qué?
En enero de 2007 el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el acuerdo por el que se emiten las reglas de operación del Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras por la entonces Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), sin embargo, el programa se canceló en 2018.
Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina del 3 de abril de 2019 desmintió la desaparición de estancias infantiles, el 28 de febrero de 2020, el programa de Estancias Infantiles se sustituyó de manera oficial cuando la Secretaría de Bienestar publicó las reglas de operación del Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras.

Esta última disposición dicta que el apoyo económico ya no se entregará a las estancias infantiles como se estipulaba antes de la llegada de la actual administración, sino que, el gobierno del Estado entregará el subsidio directo a la madre, padre o tutor.
Es decir, en el actual programa, no se mencionan espacios dedicado al cuidado y atención infantil atendida por personas capacitadas por instituciones públicas para público en general y a la población beneficiaria del programa.
Únicamente busca garantizar que madres, padres solos o tutores que trabajan, buscan empleo o estudian cuenten con recursos para el cuidado y atención de sus hijas e hijos.
Lo anterior, atenta contra los derechos de las infancias pues, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la eliminación del programa pone en riesgo el cuidado de los menores en las estancias infantiles, lo que representa una violación al derecho de atención y cuidados para la primera infancia en un lugar seguro, bajo el esquema de una buena y sana alimentación, recreación y actividades lúdicas en un entorno social.
Además, la CNDH explica que, al privar a las madres de su derecho a la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, al no poder desempeñarse en el ámbito laboral y al no contar con un subsidio público, tendrán que asumir el cuidado de sus hijas e hijos por no disponer de una red familiar que se encargue de sus cuidados, o bien, dejarlos solos. Asimismo, en cuanto a las trabajadoras de las estancias infantiles, en el actual programa las despojan de la oportunidad de tener un trabajo y desarrollo personal.
Por tanto, el programa de la actual administración viola los derechos humanos que se prevén en la Constitución Mexicana y en los tratados internacionales. Pues la reforma constitucional sobre los derechos humanos de 2011 consiguió que el Estado mexicano reafirmara que todas las personas que gozan de los derechos humanos, no solo se les reconozcan por la Constitución Mexicana, sino también los que se encuentran en los tratados internacionales.

Además, se quebranta los derechos de las madres y padres trabajadores que se dictan en el artículo constitucional 123, específicamente, la Ley del Seguro Social la cual señala las prestaciones a las que como trabajadores cuentan entre ellas, el servicio de guarderías o estancias infantiles.
Encima, el anterior programa estimaba el costo por infante en una guardería directa de 9 mil pesos, subrogada o indirecta de 3 mil pesos y para los familiares de únicamente 213 mil niñas y niños, la entrega de mil 600 pesos bimestrales. En otras palabras, el presupuesto del actual programa comparado con el anterior disminuyó un 50 por ciento, según la CNDH.
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