Por: Edson Villarreal
El sexismo existe en todos lados. Está en la forma en la que hablamos, en las palabras que escribimos y usamos, en las imágenes que creamos y en la forma en la que actuamos.
Esto impacta de manera diferente a las mujeres, y en mayor medida que a los hombres. Está en nuestro entorno desde la infancia, animando a los niños a correr, saltar, jugar futbol y estar activos, mientras que las niñas deben socializar con un comportamiento tranquilo y complaciente, propio de una señorita.
El sexismo nos golpea desde los anuncios de las paradas de los camiones, las portadas de las revistas / periódicos, los juguetes y los videojuegos. Está ahí, en casa, donde las mujeres todavía realizan mucho más trabajo no remunerado que los hombres. Está en el lugar del trabajo, donde las mujeres son ignoradas, silenciadas o postergadas de los ascensos profesionales, penalizadas por tener familia.
Existe cada vez que un tribunal le dice a una víctima de violencia sexual que “se lo ha buscado”.
Está presente cada vez que una mujer deportista es representada como esposa o madre, o se le pide que responda al estereotipo femenino sexy, restándole valor a sus logros deportivos.
Está ahí, cuando las mujeres abandonan el deporte porque les dicen que no tienen el cuerpo adecuado.
Existe cuando un hombre es ridiculizado por cuidar a sus hijas o hijos.
Existe siempre que las mujeres que se dedican a la política son silenciadas con chistes y comentarios sobre su apariencia física.
Extiende su veneno a través de las redes sociales, cuando las mujeres y las niñas son silenciadas y degradadas mediante despiadados ataques sexuales.
El sexismo no solo supone un ataque contra las mujeres, sino que es un ataque en contra todo el mundo. Lleva sociedades que no son seguras para que la gente prospere, donde no hay espacios para voces, talentos y diversos liderazgos.
En su peor versión, crea un clima que conduce a la violencia y al asesinato. Por eso, el Consejo de Europa ha elaborado el primer texto legal en el mundo que aborda el sexismo en todas sus manifestaciones.
Estamos adoptando una postura firme contra el sexismo, ¿lo harás tú también?


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